"A diferencia de la música, no hay niños prodigios en la pintura. Lo que la gente percibe como genio prematuro es el genio de la infancia. No desaparece gradualmente a medida que envejece. Es posible que ese niño se convierta en un verdadero pintor un día, quizás incluso un gran pintor. Pero tendría que empezar desde el principio. Por lo tanto, por lo que a mí respecta, yo no era un genio. Mis primeros dibujos nunca se han mostrado en una exposición de dibujos infantiles. Me faltaba la torpeza de un niño, su ingenuidad. He hecho dibujos académicos a la edad de siete años, con una precisión de la que me asusto".

Picasso



sábado, 10 de marzo de 2012

Mi nombre...

...es Julia de Dueñas Castellet, de estos dos apellidos me viene cierta influencia artística, más del primero que del segundo. Desde pequeña, he visto dibujos, caricaturas y algún que otro cuadro realizados por mi padre, y no se si por esto mismo siempre preferí unos lápices y un bloc antes que un juguete, o será porque también a mi hermana le gustaba dibujar y pintar, o qiuzás porque, según iba creciendo me daba cuenta de que era lo único que me gustaba hacer realmente.
La cuestión es que tenía muy claro que el arte iba a ser una parte de mi vida. Por eso no me lo pensé dos veces y entré en la Escuela de Arte de Cádiz para hacer el bachillerato. Aunque no se me daba mal dibujar antes de estudiar allí, cuando empecé el primer año me dí cuenta que lo que yo hacía no era casi nada; ahora ya sabía manejar el barro, aprendí a medir los dibujos y a manejar técnicas como las acuarelas, el óleo o la tinta. Pero cuando terminé el bachillerato, a pesar de lo que había aprendido sabía que aquello me parecería casi nada si hacía la carrera, donde aprendería muchas técnicas nuevas y conocería muchas más cosas sobre el arte.
Así que de Cádiz a Granada.
Tan solo en el primer año de carrera he aprendido muchísimas cosas, he utilizado materiales y técnicas nuevas y disfruto al ver una exposición. Considero que he tenido suerte con las personas de las que me he rodeado, de las que he aprendido valiosas lecciones.
Y en este segundo año las sensaciones son aún mejores, da la sensación de ser más artístico que el anterior, de tener más libertad, y la motivación es mayor.
Sólo con las exposiciones que veo, con las cosas nuevas que aprendo de la historia del arte, incluso con los trabajos de clase, ya dan ganas de ponerse manos a la obra dibujando o pintando.
Espero que estas ganas vayan creciendo cada año, igual que la creatividad, y pueda llegar a hacer muchas cosas o al menos, cosas buenas.

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